La Roca Negra, nuestro símbolo, ha cambiado de aspecto.
El vendaval que azotó el país durante el fin de semana del 23 de enero también afectó a este enclave emblemático de Castelldefels, distintivo de su montaña y de nuestro club.
El efecto del viento provocó la caída de la práctica totalidad de los árboles, pinos, que la rodeaban. Aún siendo ya pocos los pinos que había, consecuencia de anteriores sucesos, incendios que han asolado el Garraf en repetidas ocasiones, aportaban su figura y carácter.
Ahora, este pequeño entorno también se ha quedado completamente pelado. Quizás nos deba mover a reflexión y pensar que tal vez sean necesarias actuaciones más decididas de todos los agentes que nos podemos comprometer en la conservación del macizo del Garraf, por formar éste parte de nuestras vidas, para poder regenerarlo: desde los mismos ciudadanos, en todas sus formas (privados, clubes como el CERN, hostelería y turismo...), hasta todas las instancias públicas comprometidas (ayuntamientos, Diputación, consorcios...). De otra forma, será difícil tener sobre qué hablar y discutir por conservar en el futuro.